La historia de Cantabria no se podría escribir sin ocupar un importante espacio nuestro deporte vernáculo, los bolos. Su origen es incierto, algunos hablan de un origen egipcio y otros de su llegada desde Alemania a través del camino de Santiago pero lo cierto es que su dimensión en nuestra tierra es enorme. Los bolos fueron declarados bien de interés cultural etnográfico como así figura en el BOE del viernes 27 de febrero de 2015.

Sin embargo, ahora estamos en un momento crucial ya que recae en esta generación la responsabilidad de luchar por la continuidad y el futuro de nuestro deporte.

Invertir en los bolos es invertir en deporte, en salud, en tradición, en cultura, en futuro, y sobre todo, en identidad.